"Mi experiencia más bonita se dio en BerlÃn hace un porrón de años, en un club llamado Panorama"
Lanzamos 5 preguntas al escritor y periodista Juan Soto Ivars, sobre la música electrónica, los dancefloor y sobre si tiene algún sentido seguir bailando como antes en la era Covid.
¿Qué relación tienes con la música electrónica?Â
Mi relación con la música electrónica floreció gracias al MDMA. Hasta entonces tenÃa poca idea, Trentemöller y cuatro cosas por el estilo. Con el descubrimiento del MDMA aprendà mucho más, congenié con Dj y vivà a tope la experiencia inmersiva de los bajos resonantes y los cambios de ritmo. Pero no recuerdo un solo nombre de artista.
Las veces que has acabado en un club de música electrónica, ¿qué es lo que más has apreciado? ¿Qué te ha llamado la atención?
He agradecido mucho que los porteros no sometieran los cuartos de baño a una vigilancia demasiado estricta. Mi experiencia más bonita se dio en BerlÃn hace un porrón de años, en un club llamado Panorama, donde no dejaban entrar con cámaras de fotos. Esos dos elementos me parecen importantes: que se haga la vista gorda con la gente que quiere drogarse en esos sitios bajo su propia responsabilidad, y que se trate de favorecer que lo que pasa ahà dentro se queda ahà dentro.
¿Hasta qué punto piensas tú que es necesario mantener activas las pistas de baile en nuestra sociedad?Â
Ahora con el coronavirus no me meterÃa en un club ni harto de vino, la verdad. Creo que este tipo de ocio nocturno debe esperar a que tengamos una vacuna, y te juro que es una cosa que he echado de menos más de una vez. Creo que el antro perfecto está emplazado en un sitio donde no se moleste a los vecinos.Â
Dime tres temas musicales, relacionados o no con la música electrónica, que te hayan hecho vibrar.
El de Silver Surfer de Trentemöller sà que lo recuerdo, en un directo en (no recuerdo qué) festival. Prodigy y Orbital también me han puesto burraco en festivales. Y en salas no recuerdo un solo nombre, como te he dicho, pero sà gratas sensaciones sensoriales animadas por la música y alguna otra cosa del orden quÃmico.
¿Cómo te gustarÃa que fueran las discotecas del futuro?
Como en el pasado, pero con mejor aire acondicionado y sin las peleas tÃpicas de la ruta del Bakalao: libres, salvajes, divertidas y situadas en un pacto social según el cual quien sabe a lo que entra, entra, y quien no entra tampoco se mete en lo que no le importa...
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