"El cambio es una constante en la vida y eso es algo que siempre he tenido en cuenta"
Sergio Vélez va más allá de cualquier estilo… La evolución musical de este dj y melómano tan singular, siempre ha estado abierto a giros creativos, en su incansable búsqueda por transmitir un sonido honesto, y sobre todo, de hacer llegar un mensaje unificador, de hermandad, en la escena. Así que aprovechamos para hablar con él sobre sus referencias, trabajo actual y proyectos presentes y futuros.
Hola Sergio, ¿cómo estás? ¿Cómo ha empezado tú día?
Pues la verdad que bastante bien. Últimamente aunque el calor es sofocante por las noches suelo comenzar con bastante energía. Desayuno, regar mis bonsáis y plantas y si no tengo muchas tareas me pongo delante del piano.
¿Cómo decidiste embarcarte en esta aventura musical?
Desde siempre me ha apasionado el mundo sonoro en absolutamente todas sus vertientes. En lo que se refiere a pinchar y esa bendita enfermedad de los vinilos, creo recordar que allá por el año 99. Siempre en casa hubo discos de vinilo pero hasta finales de los 90 no fue de una manera clara ese interés. El hecho de conocer a Flavio (Black Flamingo Disco Driver) y aprender a pinchar junto a él en Zaragoza fue un gran punto de inflexión.
¿Qué te llevó a tomarte este trabajo más en serio?
Sinceramente, siempre he sido una persona que se toma en serio todo aquello en lo que se involucra. Desde que comencé tuve claro que es algo que me gusta hacer y bueno si ya subía a un nivel mayor que el de puro hobbie pues mejor.
Un pajarito nos ha contado que tuviste un colectivo en Zaragoza, hace 20 años, junto con el también grande Black Flamingo Disco Driver. ¿Cómo nació? ¿Qué ideas teníais en mente? ¿Cuál era vuestro concepto?
Madre mía como pasa el tiempo. La verdad que no recuerdo muy bien por así decir nuestro concepto. Lo que si recuerdo con total claridad es la pasión a raudales que dábamos cada día a la música. Nos comíamos la música y creo que a día de hoy lo seguimos haciendo desde un punto de vista más maduro. Dentro de lo que queríamos compartir en ese colectivo era nuestra visión acerca de nuestras inquietudes musicales que en aquel tiempo iban de la mano con el techno en todas sus vertientes. Apareció de una forma natural, desde una pequeña habitación del barrio de la Madalena de Zaragoza a ir poco a poco pinchando en los sitios donde nos dejaban. Lo único que hacíamos era disfrutar e intentar compartir esa música con el mayor número de personas. Ideas teníamos muchas pero el resumen sería el compartir. Siempre huíamos de esos conceptos de guardar y quedarse para uno la música que teníamos. Al contrario. Entre nosotros era, y a día de hoy por suerte sigue siendo, un constante: “has escuchado esto”, “has visto esto nuevo”. Yo creo que desde un principio que nos juntamos sin apenas conocernos fue la clave, no éramos nada egoístas a la hora de compartir. Como todo en esta vida hay un comienzo y un final pero la esencia de compartir y disfrutar de una manera clara era algo que se notaba en nuestras sesiones, en nuestra manera de ser, tanto como colectivo como individualmente, y sobre todo de cara al público.
¿Cómo era Zaragoza entonces a nivel de clubs?
Clubs como Doom, Planeta Búfalo, Apotheke, Kitch o Psicodelic son palabras clave para entender aquella época en Zaragoza. A su vez, se realizaban fiestas en el complejo Torreluna, donde la fiestas Minimal periódicamente traían a gente de primer nivel y a su vez pinchaban djs locales. Grandes recuerdos de ir a ver Chelis pinchando en la terraza o ver a UFO pinchando en la sala romana. Miraras por donde miraras en Zaragoza, tenías planes.
¿Cómo ha evolucionado tu sonido desde entonces? Somos conscientes que has pasado por múltiples estilos, como el drum n bass, techno… Hasta quedarte con el house.
El cambio es una constante en la vida y eso es algo que siempre he tenido en cuenta. Cuando dejé de pinchar techno fue a su vez por la irrupción del mínimal por todas parte y a la vez por una sensación de cambio en general y de ahí me interesó más la vertiente del electro de la costa este, Nueva York o Miami. Sobre todo hacer una incursión en los breaks. De allí con total naturalidad pasé a pinchar Drum and Bass durante varios años. Después de esa velocidad pasé a la calma con trip hop, hip hop instrumental, ambient, IDM, jazz, funk, soul… hasta hoy. Quizá sea una mente bastante inquieta que va de aquí para allá pero a la vez sigo un orden natural por así decirlo. Es algo que quizá suene raro pero a mi a día de hoy me ha llevado a cosas que al comienzo de mi camino jamás pensaría que habría llegado a pinchar o a escuchar y a día de hoy soy parte de mi y de mi trayectoria.
¿Por qué el house? ¿Qué te atrae tanto de este estilo?
Para mí es volver a la raíz. Es como cerrar un circulo que comenzó hace 20 años. Aprendí a pinchar con house y la vuelta a los orígenes me pareció algo muy interesante. Como una vuelta al pasado pero renovado.
Lo que más me atrae de este estilo es lo conectado que llega a estar con lo que para mi es la raíz de mucha de la música contemporánea que escuchamos. Desde mi punto de vista creo que todo proviene del blues y por consecuencia el soul y de ahí desde mi visión surge todo lo que hoy conocemos como música de baile. En este caso con el house, es algo natural porque el respeto tanto del estilo de baile con sus raíces como las raíces con el estilo de baile están equilibrados. Es una simbiosis perfecta. Es como estar escuchando a Stevie Wonder y poder poner un beat de Kerry Chandler o Larry Heard por encima, quedaría perfecto y ambas canciones serían una y ambas serian las que son. Es una manera de hablar un tanto exagerada pero es una forma de explicar lo que quiero decir.
¿Cómo has sobrellevado el confinamiento?
Con paciencia, mis perros, mi piano, mi familia y mucha música.
¿Cómo ves el panorama actual?
Pues intento verlo con esperanza de que en algún momento va a resurgir cual ave fénix pero de momento lo veo un tanto negro. Pero cambiará el panorama, estoy totalmente seguro.
¿Te gustaría compartir un set? ¿Cómo nacido? ¿Cuál es tu criterio de selección?
Hace no demasiado hice un set para Kintsugi, un colectivo en el que estoy desde hace un tiempo y para el cual grabé un podcast.
Nació durante el confinamiento mientras me subía por las paredes y recién llegados discos nuevos.
No suelo tener un criterio claro. Simplemente me ordeno la maleta y luego voy improvisando según vea en el momento.
¿Cómo definirías tu sonido?
Estoy muy inmerso en el sonido americano. No estoy cerrado a nada y suelo intercalar pero esa característica de la composición americana me puede. Viaje constante a los grandes lagos. De Chicago a Detroit y de Detroit a Chicago con algún viaje a Nueva York.
¿Qué tracks recomendarías para pasar este tórrido e incierto agosto?
Así a bote pronto:
Mr. Fingers - Qwazars
Rykjavik606 – Endless Summer in Peckham (Tenderlonious Rework)
Frank Spirit & Keys of Lynx – Virtue (Original Mix)
Peven Everett – Feelin Who You Are (Original Drum Cartell Full Length Mix)
Steve Spacek – Tell me
¿En qué proyectos andas metido?
Terminando de escribir las ultimas canciones para un futuro disco de música ambient, neoclásico y noise en solitario y a la vez otro de colaboraciones con Angel Mancebo es lo que me tiene la mente bastante ocupada.
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