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Altiplano

Actualizado: 17 abr 2020

"Nuestro mayor desafío es crear cada vez nuevos lenguajes tipográficos manteniéndonos siempre a buena distancia de las modas efímeras"
@moostangstudio,
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Altiplano es más que estudio de diseño, es un trabajo de exploración y creación tipográfica. Se trata de un viaje a través de cada tipografía, su historia, y sus infinitas combinaciones. Aprovechamos para conversar con el director de arte del estudio, Raphaël sobre su singular e hipnótico trabajo en el estudio.


Cuéntanos un poco sobre vuestro estudio y situación actual.


Publicar mi fundición tipográfica ha sido un proyecto en el que estuve trabajando durante 10 años. Altiplano existe para el público desde el 3 de junio del 2019, fecha de la publicación de la página web. Estoy muy feliz de haber logrado mi meta, y desde ese día tuve la sensación de que había llegado al final de un largo recorrido. Aunque en realidad ha sido el comienzo de una aventura. Altiplano crece, nuestras licencias se venden internacionalmente, diseñando fuentes «exclusivas» comisionadas por clientes de sectores variados.


¿Cuán importante es una calificación formal en diseño hoy en día?

Una formación académica puede aportar una dimensión conceptual al trabajo de los jóvenes diseñadores, tanto como desarrollar conocimientos técnicos. Ir a la universidad te permite también entrar en una red de profesionales. En la enseñanza hay de todo y la calidad no es la misma de un curso a otro, de una facultad a otra, a pesar de que los diplomas sean básicamente equivalentes. Resulta de todo eso que lo más importante no es el diploma sino la calidad del portafolio que el estudiante se va creando a lo largo de los años de su formación.



¿De qué otra forma pueden distinguirse los diseñadores, especialmente si están fuera de la escuela y están tratando de encontrar trabajo?


Un portafolio de trabajo que demuestre creatividad, con trabajos que reflejen reflexiones interesantes sobre nuestros tiempos. Cada época tiene sus características. No me refiero a las modas visuales, sino a la creación de lenguajes gráficos/tipográficos capaces de expresar los matices y la complejidad de nuestras sociedades y culturas.

De manera más pragmática, hay tantos diseñadores en el mercado que toca moverse bastante, tomar iniciativas y no temer los rechazos. Es recomendado no tomar de forma personal las críticas y al mismo tiempo saber tenerlas en cuenta para cuestionar su propia práctica y mejorarla.



¿Cuáles son los desafíos e inspiraciones del estudio? ¿Qué os inspira y motiva hoy?


Nuestro mayor desafío es crear cada vez nuevos lenguajes tipográficos manteniéndonos siempre a buena distancia de las modas efímeras. La particularidad de mi trabajo es combinar diseño gráfico (principalmente editorial, libros y revistas) y diseño tipográfico. El diseño editorial es una actividad imprescindible en el sentido que es para mi la principal fuente de inspiración para el diseño tipográfico: me lleva a crear mis propias herramientas tipográficas; luego las desarrollo para la venta según una lógica comercial.

El diseño tipográfico tiene fuertes enlaces con las culturas y los idiomas. Considero que mi trabajo debe servir (y desarrollar si se puede) las estructuras linguistícas, entender y participar en sus evoluciones y facilitar el acceso a la información.


¿Quién o cuál ha sido vuestra mayor influencia en el diseño y por qué?


Mi mayor influencia en tipografía durante mis estudios y la persona más inspiradora respeto a la creación tipográfica con quien todavía me encanta discutir y debatir es Ian Party, antiguo fundador de Swisstypefaces, ahora fundador y director creativo de Newglyph. Es uno de los diseñadores que tiene la visión más clara de la evolución de nuestra industria y que da las respuestas más pertinentes a nivel de proyectos tipográficos.


¿Cómo ha cambiado el tipo de trabajo que hacíais al principio hasta ahora?


Cuando miro hacia atrás y cuando me miro ahora en el espejo tengo todavía la seguridad de ser la misma persona y eso me reconforta.

Hace 11 años terminé mis estudios realizando un trabajo tipográfico enfocado sobre la interpretación gráfica del grabado de letra monumental.

Estoy volviendo a trabajar en ello con la meta de darle la forma de una fuente comercializable. Me da mucha satisfacción de poder mejorarlo con ojos nuevos, una mano más experimentada y una visión gráfica más clara respeto a lo que espero como resultado.


¿Qué es lo que más disfrutáis del diseño?


Los momentos dedicados a la investigación formal—diseño de la letras y composición tipográfica—, me dan mucho placer. Luego me encanta la relación que tenemos con la sociedad, ya que vamos escuchando muchas historias nuevas y descubriendo nuevos mundos a través de nuestra clientela. Me da cada vez la sensación de que mi mundo se agranda. Te doy un ejemplo: entre varios clientes hay científicos que desarrollan nuevas tecnologías de imágenes médicas, diseñadores de moda, músicos… Y cada uno te va contando sus experiencias una vez que logras hacerle sentir confianza.


¿Cuál es la filosofía subyacente detrás de Alltiplano?


Altiplano considera la letra no sólo como la partícula elementar de todo significado linguístico, sino también como una imágen. Nuestro enfoque híbrido nos permite expresar con precisión las sensibilidades que distinguen un lugar o un período. Al igual que las innovaciones tecnológicas, creamos lenguajes tipográficos que expresan un mundo en constante evolución.


Después de tanto tiempo, ¿cómo valoras tu trabajo en Altiplano?


Es sin duda mi mejor elección de carrera hasta ahora.


Cuando comenzáis un trabajo, ¿qué analizas primero? ¿De dónde viene la inspiración?


Si se trata de un proyecto comisionado, se trata de entender al cliente e informarse sobre su actividad. Siempre hacemos un estudio de los planteamientos gráficos de sus competidores y de los actores del mismo sector. Es una manera de entender cómo se comunican sobre sus productos/servicios.


Respeto a las fuentes de las que vendemos licencias, la mayoría ha sido iniciada en el contexto de trabajos gráficos comisionados para los que no encontraba ninguna fuente capaz de expresar los matices justos. Mi actividad como diseñador me permite identificar las áreas de vacío en el paisaje tipográfico existente.

Me encanta mezclar fuentes de inspiraciones muy diversas: valoramos el estudio histórico de la tipografía; una importante cultura visual es imprescindible para no estar descubriendo la pólvora. Luego me encantan las referencias vernaculares. Hace poco interpreté la manera en que mi hija de 5 años dibujaba las «i» para incorporar este detalle en un proyecto.



¿Cómo describirías vuestro trabajo a alguien que no lo ha visto antes?


Es expresivo a la vez que funcional.


¿Qué trabajo destacaríais y os gustaría contar?

Hay un trabajo que se diferencia de los demás, entre las fuentes comercializadas. Se trata de un proyecto que tiene como objetivo proponer nuevas estructuras gráficas del alfabeto latín para el uso en idioma Aymara—idioma oficial del Estado Plurinacional de Bolivia. El proyecto nació de la observación de los ajustes de texto en Aymara en el espacio público (teleférico paceño, hospitales, etc.) La particularidad de este idioma es ser un lenguaje aglutinante (se juntan dos, tres o más palabras en una sola, formando una palabra-frase.) por lo cual, causa problemas gráficos ya que las palabras pueden ser muy largas (imagen).


Es un ejemplo característico de lo que espero del diseño: aportar soluciones estructurales y no estar solamente persiguiendo lo bonito. Propusimos soluciones de ligaturas verticales entre las letras de un mismo fenómeno para condensar las palabras y resulta ser eficiente.

¿Cuál ha sido el proyecto más satisfactorio en el que habéis trabajado?


Es realmente difícil contestar a esta pregunta, ya que me encanta mi trabajo.


Viviendo en la era de las imágenes, ¿cómo puede destacarse la comunicación visual de la multitud?


Habría que buscar soluciones gráficas alejándose de las modas efémeras difundidas por las redes sociales. A diferencia de mi generación de diseñadores (me gradué en el 2009), los jóvenes evolucionan en un mundo saturado de imágenes. Volver a la cuestión del significado entorno a la creación visual y tener una visión clara del papel de diseñador es primordial.

¿Qué parte del proceso de diseño te da la mayor satisfacción?

Danos los 3 mejores consejos para inspirar a los jóvenes diseñadores.


Me encanta la parte creativa y conceptual, tanto como me gusta la parte de producción: son papeles diferentes y hace parte de la riqueza de mi profesión, me permiten variar las actividades. La enseñanza es también una práctica fundamental, porque me permite reflexionar constantemente sobre nuestra profesión y confrontar puntos de vistas con los jóvenes diseñadores.

Los mayores consejos que les puedo dar es no contar las horas, no estar pendientes de la nuevas tecnologías y medios de comunicación, y alejarse de las modas para encontrar sus propios lenguajes gráficos personales.


El diseño gráfico está muy de moda entre los jóvenes y al mismo tiempo, la popularización de sus herramientas, entre otras cosas, causó su devaluación.



¿Por qué necesitamos una marca?


Creo que sobran los logos en este mundo. Particularmente, me interesa mucho más diseñar letras.


¿Crees que el ego es un aspecto importante dentro del trabajo de un diseñador?


Ni más ni menos que en otras profesiones. Creo que lo importante es no tomarse demasiado en serio.


¿De qué personas que trabajan hoy en diseño gráfico disfrutas el trabajo?


La verdad: disfruto más la pintura y la arquitectura. El ritmo de un tema musical puede resultar ser una muy buena inspiración para la creación de una fuente de texto.

¿Crees que la situación de Covid-19 cambiará la industria?

Si las imprentas no logran superar la carencia de actividad aún más de lo que han conocido durante las últimas décadas, probablemente.


¿Cuáles son vuestros planes presentes y futuros?


Tenemos una agenda precisa para los años 2020 y 2021: hemos planeado la publicación de familias tipográficas y estamos trabajando en ello. Siempre surgen nuevos trabajos y eso forma parte de lo que amo en mi profesión.


Por ahora mi oficina principal está en Lausanne, Suiza, donde vivo desde hace años y también trabajo como profesor. Tengo un pie en Sudamérica, y tengo la esperanza también de poder llevar a cabo algunos proyectos pendientes allí. También siempre he mirado a España; cuando estuve a punto de terminar mis estudios, entre el año 2007 y el 2009, me hubiera encantado instalarme allí y especialmente en Valencia, ciudad que conozco a través de lazos emocionales y familiares.


Espero tener siempre éxito en orientar mi actividad de manera que me permita vivir, y al mismo tiempo, darme tanta satisfacción como ahora, y que la orientación de mi trabajo corresponda a mi visión ideal de la sociedad.


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