.png)
DER HÖLLE RACHE es la última creación de uno de nuestros artistas internacionales más extraordinarios, TheArchitect. En este nuevo EP podemos disfrutar de dos originales con sintetizadores profundos y un groove perfecto fruto de la experimentación con sonidos sintéticos y orquestales.
Un encanto con atmósferas y sonidos que te transportará a los lugares más insólitos. Una nueva apuesta de 33 Degrees Fahrenheit por la música más melódica y mágica que puedes disfrutar en la pista de baile.
Hemos tenido el placer de entrevistarle, y este ha sido el resultado.
¿Puedes contarnos un poco sobre tu experiencia? ¿De dónde eres / cómo te metiste en la música?
Desde muy pequeño toco el piano, cuerda, viento y percusión, mi padre era ingeniero electrónico y antes de tener mi primera bicicleta ya sabía soldar y construir mis primeros circuitos, que eran instrumentos musicales. He estado tocando y girando como otro alias artístico durante más de 20 años, y de hecho sigo en activo, pero necesitaba expresarme de otra manera, y con mi alias ya era casi imposible hacer algo diferente estando tan encasillado. En la música entre por vocación y si tuviésemos que nombrar la ciudad que vio nacer a TheArchitech, sería Berlín.
¿Cómo está evolucionando tu sonido? ¿Qué artistas y géneros disfrutas mezclando en este momento?
Mi sonido a la hora de tocar va desde el progressive-house al techno mas contundente.
Pues últimamente me he descubierto tocando mucho ARTBAT, Alan Fitzpatrick, Matador, SA.L.AH o justamente lo que hacemos en 33 Degrees Fahrenheit.
¿Cómo siente que su música influye o impacta a sus oyentes?
Al final este negocio va de ellos, mi máximo interés es que se olviden de quien tienen delante y se centren en lo verdaderamente importante, la música y creo que va todo bien porque los feedbacks son muy buenos, las contrataciones están disparando y en Beatport, que mucha gente usa como medida, se me premia con el TOP en cada EP.
¿En qué proyectos estás trabajando ahora mismo? ¿Qué nos puedes contar de tu último trabajo?
Ahora mismo estoy trabajando con 33 Degrees Fahrenheit en las collabs que compondrán mi álbum en formato físico, con artistas como SA.L.AH, Mad Cold, Rwbel, Edwardteach o Juan Vasquez, de lugares tan dispares como Venezuela, Dubai o España, de los que estoy aprendiendo mucho sobre la visión global de la música.
¿Dónde estás y qué has estado haciendo ahora?
Ahora mismo me encuentro en Ibiza, disfrutando de un tiempo en el studio con mis compañeros de 33 Degrees Fahrenheit y sobre todo de la isla y de su gente que a lo largo de mi vida siempre he usado para recargar la energía necesaria para seguir en esto.
¿Ha cambiado mucho ese sonido en los últimos años? ¿Cuál es tu criterio musical?
El sonido cambia según vas adquiriendo experiencia, y con mi otro alias algo de bagaje he obtenido, así que imaginad vosotros mismos todo lo que ha cambiado mi sonido.
Tengo claro lo que quiero hacer, pero también tengo claro que no quiero hacer con TheArchitech lo que ya sé que funciona. Prefiero experimentar sonidos y volver a la raíz para conseguir algo nuevo.
¿Te sientes seguro ahora para tocar un sonido más experimental?
Me siento en mi salsa experimentando así que sí.
Todos sabemos que la revolución digital ha afectado las ventas, pero ¿ha afectado a la creatividad?
La verdad que con TheArchitech no me estoy preocupando del tema ventas, está funcionando y ya está, no es una barrera que no me deje hacer lo que quiero. Mi creatividad sigue intacta, y quizá lo que más me ayude a crear sin barreras es no tener una identidad pública.
¿Puedes contarnos cuáles son tus proyectos presentes y futuros?
Terminar mi álbum y comenzar a girar con mi live act.
¿Qué fue lo primero que te atrajo del mundo de la música electrónica?
La posibilidad de poder crear todo yo solo. Puedo tocar todas las partes de una orquesta y sonar como ella sin necesidad de invertir algo más que tiempo. Y claro, ver a toda esa gente delante de ti bailando y disfrutando con algo que sale de tu cabeza, o de tu corazón.
¿Recuerdas algún disco o concierto que lo haya cambiado todo?
Por supuesto, Die Zauberflöte, inspirado en La Flauta Mágica de Mozart, que me puso en el punto de mira de varias agencias y tuvo repercusión en Australia, Japón, Estados Unidos, Rusia y un montón de países.
Desde que te metiste en esto profesionalmente, ¿qué extrañaste más a nivel nacional, internacional y por el contrario, qué te ayudó más a crecer, incluso a creer en ti mismo?
Yo tengo la suerte de estar ya en el negocio, pero lo más extraño es que este nuevo proyecto explotara en un sello español que me dio todas las facilidades para publicar locuras. Yo sabía lo que hacía, y lo que quería y fui a por ello desde el minuto uno. En Berlín han tardado más en darse cuenta que estaba haciendo ruido y que este ruido era muy bailable.
¿Cómo está viviendo la escena musical en tu ciudad con esta turbia situación de pandemia?
Como en todos los lugares del mundo. Los clubes tienen problemas, los clubbers también porque no hay casi oferta, y cuando la hay es limitada en aforo. A mi me da mucha pena que esté prohibido bailar, pero si nadie se queja esto va a seguir así para siempre.
¿Cuáles son tus lugares favoritos para pasar el rato en la ciudad?
Mi estudio o el estudio de mis amigos. Invierto mucho dinero en cacharros a los que hay un millon de sonidos que sacarles.
¿Ha tenido tiempo para concentrarse en hacer música, pasar tiempo con su familia o planificar proyectos futuros?
Siempre hay tiempo para todo, menos para lamentarse de no haber hecho algo ;)
¿Cómo nació tu último proyecto?
Mad Cold me invitó a Ibiza unos días y de ahí salió algo mágico que se llama Enchant, al final todo es ponerse a improvisar y ver que sale.
¿Qué quieres transmitir en este trabajo? ¿Cuál es el concepto detrás?
Pues simplemente es una manera de mostrar el Encantamiento que produce en mí la magia de la música, intento que todo tenga relación y mensaje oculto, tanto en música como en títulos o en los diseños. Si buscáis, encontraréis….
En cuanto a tu estudio, ¿de qué está hecho su configuración actualmente?
Uso Ableton como DAW y PUSH como controladora del mismo, una RME que habla aleman antiguo y es el centro neuralgico de todo, aparte tengo muchos juguetes en el arsenal, Virus, Model-D, Tb303, Neutron, MS101 y un millón de pedales que usaba con mis guitarras y ahora dan un toque especial a mis sintes.
¿Cuál es el único equipo del que nunca te librarás, pase lo que pase?
El Virus me costó mucho conseguirlo, así que supongo que es mi fetiche y mi amuleto en el studio.
¿Cuál dirías que es la definición de tu sonido?
Supongo que mi sonido ya está definido, para bien o para mal sueno a TheArchitech según me llega por el feedback de mis compañeros del sello y la información que me transmiten las radios y deejays que tocan mi música.
¿Cuál fue la última tienda de discos que visitaste y qué sacaste por ahí?
Creo que se llama Ather Cosmo, la última vez que estuve en Madrid me llevaron y nada que envidiar a cualquier tienda de Berlín, me asombró encontrar un par de vinilos que llevaba buscando mucho tiempo. Y lo último que he conseguido es un ejemplar del Crispy Bacon del 97.
Entrevista traducida al español
Social links
