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Thorazine

"No hay piedad para nadie"

Entrevistamos al dj Thorazine.


¿Por qué elegiste Thorazine como nombre artístico?

Es un poco absurda la verdad pero bueno… Estaba de vacaciones y me tenían que confirmar mi primer bolo. Creo que estábamos en Málaga, en una terracita poniéndonos finos de pescadito y cervecitas, hablando de todo un poco y particularmente de un medicamento: el Thorazine (clorpromazina), es un potente antipsicótico. Estábamos comentado esto porque un coleguita estaba trabajando en un centro con gente que padecía graves trastornos mentales y a ciertos pacientes se les suministraba este medicamento, le conocen como la lobotomía química. De repente me llamó otro colega para que le confirmara mi asistencia al bolo y me preguntó que qué nombre quería que pusiera… Yo no hacía más que decirle que me daba igual que Toni y punto que daba igual yo lo único que quería era soltar todo el mogollón musical que llevaba dentro de la cabeza, pero él me insistió en que le tenía que decir un nombre… así que lo primero que se me vino a la mente fue Thorazine, y desde entonces es el apodo que utilizo para pinchar, así de simple es la historia y así ha trascendido jajaja.

Tengo un amigo que trabaja en una unidad de psiquiatría de un hospital de Valencia que está empeñado en darme para que lo pruebe, dice que sólo me pasaré un día babeando y sin ningún tipo de voluntad… Un día de estos le llamaré y me que dé Thorazine hasta que la baba me llegue al suelo.


¿Cómo llegaste a la música electrónica?

Desde muy jovencito me ha gustado freakear con aparatos electrónicos y trastear los ordenadores. Recuerdo que el primero que tuve fue un Amstrad… de disquete jejeje y me solía hacer los juegos (tenía un libro de juegos en basic no te creas que cogía y me lo programaba de la nada). Después tuve un PC y mi padre compró un módem de 2400 baudios con el que me conectaba a BBS (bases de datos) por teléfono y allí conseguía programitas (la mayoría nunca los utilizaba, pero los tenía, no sé… el vicio es el vicio) y conseguía archivos musicales MOD (Amiga Protracker).

Existía un programita llamado Scream Tracker, creo que la versión que yo tenía era la 3 y no era más que un secuenciador de samples (los cuales sacabas de los distintos MODs o S3M) y junto con la Sound Blaster Pro que te pudiste comprar ya no sabes cómo, reventabas los altavoces a ritmo de pum pum pum pumpurumpumpum pum pum… Posteriormente vino el Fast Tracker II que utilizaba samples de 16 bit y aquello era ya la re-hostia… Durante este proceso tuve una etapa complicada en el instituto, donde me saqué un master de Truc y tripití 3º de B.U.P. así que tuve que dejar de fliparme con tantas cosas y centrarme en estudiar.

Años después, siempre me había quedado la espinita clavada de producir música electrónica, me apunté a unos cursos de Reason, un programita que llevaba todo incluido (sintes, cajas de ritmos, secuenciadores, efectos…), para aprender estaba muy bien y era bastante fácil.

Soy Diseñador, pero he trabajado de muchas cosas, por esas fechas estaba trabajando haciendo maquetas de arquitectura en una de las empresas más importantes de España, que estaba en Cheste. Trabajaba tantas horas que tenía que pirarme a Valencia a hacer el curso y volver a Cheste a seguir currando. Al final todo muy bien, hice otro de Ableton… pero no me quedaba tiempo ni de cagar, por temas de curro, así que todas las ganas de producir todavía siguen dentro, tenía que explotar de alguna manera y creo que pinchando encontré la solución a mi ansiedad musical.


Me compré un controlador MP3, una Vestax VCI-100 que todavía funciona :-o a pesar de los viajes que se ha metido, las raves por las que ha pasado, los clubs en los que ha estado y la candela que se ha llevado… Bueno, pues empecé a pinchar en fiestas de coleguitas y de ahí a formar parte de un colectivo que se llamaba LYA Events, donde conocí a grandes amigas y amigos, grandes profesionales con un punto de vista de la música electrónica muy personal y muy diferente de lo que se escucha normalmente por ahí. Más tarde decidí comprarme unos Technics y empezar a comprarme vinilos. Coincidió con la época en que más curro tenía así que no pude dedicarle mucho tiempo a cogerme con los vinilos y seguí metiéndole caña al MP3 pero sin dejar de comprarme vinilos. Últimamente tengo más tiempo y he decidido meterle cañita y paralelamente me he pillado un controlador nuevo, una Electrix Tweaker, para meterme a trastear con el Ableton y con los Remix Decks del Traktor, que verás la que se lía cuando tengo el set preparado.


¿Siempre te interesó? ¿No hay otras cosas que te hubiera gustado ser, hacer o saber hacer?

La verdad es que he consumido música desde muy jovencito, por lo que he comentado antes de los archivos MODs y comprándome cintas como la de Technovalencia (que por cierto creo que tengo por algún rincón de casa… Hace poco me pasé por Digital Records a comprarme unos vinilos y lo ví… no pude resistirme a comprarlo en vinilaco, menudo recopilatorio más brutal).

A parte de esto, siempre he estado haciendo mil movidas diferentes… hasta mecanografía he hecho jajaja. También he jugado a Rugby desde los 15 años hasta que hace 4 me hice una hernia y tot per l’aire. He expuesto en la feria del mueble durante 3 años en el salón Nude, me monté mi primer estudio de diseño, después monté una empresa de maquetas y prototipos con un amigo, más tarde empecé una iniciativa privada de Arquitectura y Diseño Espacial, he asistido a congresos de astronáutica, he montado una exposición en el IVAM con estos compañeros sobre Arquitectura Espacial… ahora mismo estoy metido de lleno en un nuevo proyecto con Boke Bazán que se llama NocionesUnidas… Siempre he hecho millones de cosas, mi profesión también es mi pasión, al igual que la música.

Se me va la olla… centrándome en lo que me hubiera gustado saber hacer es haber aprendido a tocar el piano. Haber aprendido música de una manera más tradicional y académica para poder tener total libertad a la hora de crear. No es que ahora no la puedas tener, hay mucha gente que hace música sin tener ni idea de solfeo y hacen unos temarracos que se te va la cabeza de lo bien construidos que están. Pero siento que a la hora de componer tiene que ser muy diferente y que tu cabeza se abre de otra manera, no sé, es algo que me hubiera gustado aprender, aunque no es ningún tipo de frustración, sólo una espina que tienes ahí clavada.


¿Te planteaste directamente dedicarte a la música?

Ni de coña. Para mí siempre ha sido una pasión y una obsesión / compulsión que al final ha desembocado en un personaje llamado Thorazine.

¿Qué aspectos de tu trabajo son los que más te apasionan?

Que puedo comunicarme con un público a través de un canal directo. Que todo lo que escucho en un momento dado lo transmito a las demás personas desde un punto de vista personal. Que puedo hacer que el subidón de éxtasis sea triple, que te pegues un viaje sensorial a través de la música vayas o no vayas puesto hasta las cejas, que descargues toda la adrenalina y dopamina que has acumulado durante la semana, que al final la teoría de cuerdas cobre sentido una noche cualquiera y el continuo espacio-tiempo se apoderen de ti por unas horas y sientas que ha merecido la pena salir a tomar unas cervecitas por ahí y luego a ver qué pasa, que todo fluye en el buen sentido y que al final lo que estás proponiendo son experiencias.


¿Qué ha significado la electrónica para ti?

Un modo de expresión a todo el mogollón que llevo dentro. Un continuo descubrimiento de personas que generan nuevos sonidos, patrones rítmicos, cadenas de efectos… Al final se generan historias para ser contadas ya sea en un club, una rave, una fiesta de colegas, un programa de radio, un podcast…

La electrónica me ha descubierto nuevos caminos de experimentar sensaciones y generarlas. Cualquier estilo musical dentro de ella nos conduce hacia sitios distintos, caminos que tienes que recorrer percibiendo el contexto y los detalles que encuentras de una determinada manera, según tu personalidad, tus intereses, tus obsesiones.


¿Qué consejos darías a todos aquellos que se quieren iniciar o están empezando en el sector?

Como dice una queridísima amiga mía con muchoamor. La pasión visceral por la música es lo que al final te conduce hacia donde quieres ir. Lo que llevas dentro ha de salir y cuando lo haga tienes que meter más cosas dentro, seguir alimentándote de música, ya sea electrónica, acústica o del tipo que sea. Escucha, interioriza, siente, emociónate, vuelve a escuchar, sonríe, llora, flota, aterriza, suda, sopla y resopla, grita, ahógate, cállate y vuelve a escuchar. Mucha pasión acompañada de muchas horas, si no las tienes las terminas encontrando o incluso inventando. Que lo que realmente te mueva sea lo que llevas dentro y deseas compartir.


¿Y a los espectadores?

A los espectadores el consejo que les doy es que no dejen de explorar, de escuchar, de asistir a sesiones de todo tipo, que sean críticos, que se pongan hasta las patas de todo, que respeten al máximo lo que están escuchando y que lo sientan, que se dejen llevar, que griten, que salten, que nunca dejen de bailar, que aplaudan y que vuelvan a gritar, que se abracen, que se besen y que formen parte de una experiencia común que tiene lugar en la pista de baile y que contagien a toda aquella persona que tengan cerca de su euforia. Que sientan los ritmos fluir dentro y dejen que su cuerpo reaccione como quiera, que la energía fluya y la desinhibición aflore a la superficie generando un estado de consciencia superior.


¿Cuál es tu criterio musical? ¿Cuánto llevas preparado y cuánto improvisado en una sesión?

Depende mucho del evento o fiesta en la que vayas a pinchar. Normalmente me gusta prepararme una buena batería de temas y dejo que fluya la sesión saltando de un estilo a otro, depende mucho del día que tenga y, sobre todo, del público que haya, de cómo se sienta y cómo me hagan sentir.

Otras veces lo que hago es prepararme los 3 o 4 primeros temas y su mezcla, y a partir de ahí ya va sólo, también me dejo llevar, que al fin y al cabo es lo que más me pone.

En ocasiones determinadas me preparo a conciencia la selección de temas, el orden, las mezclas y pienso dónde aplicar algún efecto y donde alargar un poco más. Una vez empiezas pueden pasar dos cosas:

  1. Que todo lo que tenías preparado funcione perfectamente y pinchas tal y cómo lo tenías pensado y memorizado en tu delicado cerebro.

  2. Que de repente hay algo dentro de ti que te dice que no pongas ese tema, esa mezcla no es necesaria, cambia de estilo, vuelve a cambiarlo, busca aquel tema que piensas que le pega mucho mejor al momento y al track que está sonando en ese mismo instante. A partir de ese momento la sesión se vuelve mucho más orgánica, empiezas a sudar más y más, el corazón se te acelera y la adrenalina se dispara haciendo que el público se contagie y se genere un estado alterado de consciencia colectivo. No paras de subir los brazos y apretar los dientes y pensar: jooooooder pero que me mezclarrrrrrraaaaca… vamos a por otra más y otra y otra.


¿Cómo gestionas tus carpetas de temas?

Esto es algo que me obsesiona bastante. En mi trabajo manejo una cantidad bastante grande de archivos y tengo que organizarlos perfectamente para poder clasificar la información de manera que resulte mucho más accesible y rápida de encontrar. Lo mismo me pasa con la música en formato digital.

Intento organizar todo por “estilos”. Lo pongo entre comillas porque igual dentro de una misma carpeta que se llame “electro”, por ejemplo, puedo meter break, techno… Depende de lo que me sugiera ese tema.

Después están las carpetas que se llaman “por catalogar” que crecen y crecen y crecen hasta tu período vacacional, en el que piensas que será ideal tener tiempo para coger toda esa cantidad de temas y organizarlos en tus carpetas de estilos… Pero no, en lugar de eso lo que pasa es que de repente no paras de pinchar y pinchar y cada vez hay más temas ahí, todos juntos, esperando ser catalogados de un momento a otro. Al final lo que sucede es que vuelves de fiesta después de estar dos o tres días por ahí y, dado el insomnio forzoso que llevas, agarras esas carpetas por los cuernos y empiezas a catalogar compulsivamente.


¿Cómo es tu día a día? ¿Cuál es la dinámica de trabajo de Thorazine?

La verdad es que es bastante emocional. Unos días llego a casa del estudio (donde trabajo y de donde saco dinero para vivir y comprar música hasta quedarme sin nada), y lo único que hago es arreglar un poco la casa, darme un paseo por la playa que se me aireé la cabeza, cenar, ver alguna película que me tueste el cerebro y listo. Otros días, sin embargo, lo que hago es salir del curro a toda zapatilla para llegar a casa y escuchar todos esos temas que te has pillado. Empiezas a mezclarlos indiscriminadamente, los unos con los otros, y cuando has probado todas las combinaciones posibles sigues con aquel tema que recuerdas y sabes que van a ir de puta madre juntos, sonarán cojonudos… pero no, es una cacofonía total y buscas otro y otro y otro y otro y… Joderrrrr otra vez nooo, las 4 de la mañana, me levanto en 3 horas para ir a currar no no no!. Al día siguiente te levantas algo aturdido y con millones de datos musicales en el cerebro que tienes que asimilar. Así que copias todos los nuevos temas en un pen y machacas a tu compañero de estudio, Boke, con esos temarracos que te has pillado y que vas a pinchar en la siguiente fiesta. Por supuesto también los compartes con todos los clientes que entran al estudio, no habrá piedad para nadie.


¿Trabajas la sesión con mucha antelación o te planteas improvisar hasta cierto punto?

Depende del tiempo que tenga para poder hacerlo. Lo que más me gusta es escuchar millones de temas y pensar en sus posibilidades para expresar lo que quiero en esa fiesta. Cómo he dicho antes, me gusta preparar muchos temas y de varios estilos para después hacer un collage sonoro y musical que nunca se te hubiera ocurrido que funcionaría bien, pero cuando llega ese momento y juntas estilos que nunca pensarías que cuadrarían “se caga la perra” y el subidón es total!!!.


Tu gusto es más variado de lo que aparentas. Eres un dj todo terreno. Si la gente supiera todo lo que te gusta se llevaría una sorpresa mayúscula. ¿Cómo controlas tu eclecticismo?

Es incontrolable. Absorbes todo lo que hace vibrar tu tímpano de un modo especial. Cuanto más escuchas más quieres escuchar, nunca dejas de sorprenderte y de emocionarte con lo que grandes desconocidos, y otros que no lo son tanto, son capaces de plasmar musicalmente.

Por supuesto no sólo hablo de música electrónica, cualquier estilo musical es válido. Siempre encuentro pequeños matices que hacen que un tema sea grande. Es en esos matices donde me recreo una y otra vez, percibiéndolos interiormente y pensando que és lo que me provocan, qué me hacen sentir y qué le pueden hacer sentir a otras personas.

Supongo que después en cada sesión se refleja ese eclecticismo descontrolado, me gusta saltar de un estilo a otro, acelerar la sesión, frenarla, distorsionarlo todo, suavizarla…

¿Qué esperas obtener del público cuando estás en cabina?

Me gusta sentir que son incapaces de dejar de bailar y de sentir la música que les estás poniendo. Cuando el público grita, salta, se emociona, y expresan corporalmente lo que les estás haciendo sentir… Para mí eso es superior, es lo que me pone de verdad, lo que me engancha.


Muchos djs piensan que el mayor acto de respeto para con el público es ignorarlo, y entrar en el club con una sesión ya preparada. ¿Crees que es mejor prescindir del público y centrarse puramente en la música? ¿O el público lo es todo?

El mejor acto de respeto para con el público es, precisamente, respetarlo. Has de entender perfectamente qué tipo de público tienes delante, qué tipo de club, rave o fiesta, es en la que estás pinchando. Has de tener claro qué es lo que pretendes con esa sesión en ese mismo instante, qué quieres transmitir o provocar. Como os he contado, soy bastante emocional y me dejo llevar muchas veces por lo que siento en ese momento, igual llevo dos semanas preparándome una sesión y de repente a mitad de sesión se me cruza el cable, el cerebro me hace masa y cambio todo lo que tenía preparado.

Lo que está claro es que si no estás centrado en la música difícilmente vas a respetar al público.


¿Qué equipo es el que usas para trabajar?

Actualmente estoy pinchando con mi ordenador, un MacBook Pro que ha aguantado varias caídas en diversas situaciones y sigue funcionando perfectamente después de 4 años que llevo dándole caña sin parar. Tengo un interface de audio Presonus FireBox que se te va la olla de cómo se escucha. Tengo unos monitores planos de campo cercano Roland DS5 que son exquisitos, una respuesta plana si así lo quieres para producir (que es el motivo por el cual me los compré y nunca terminé una producción jajaja) y hace poco cambié mi controlador Vestax VCI-100 (conocido entre compañeros de cabina como “la cacharra”) por un Electrix Tweaker lleno de “botonets” y lucecitas de colores RGB que cuando has consumido alguna cosa más de la cuenta has de intentar no mirar fijamente porque se te pone un ojo Popeye enseguida y no puedes entender nada. Auriculares he tenido a cascoporro. Los primeros fueron unos Sennheiser pedorros que aguantaron un par de años hasta que se disolvieron por mi sudor corrosivo. Después tuvo unos Sennheiser que me costaron una pasta y que no se sabe cómo se me petó un auricular. Actualmente utilizo unos AKG 618DJ de gama alta y estoy bastante contengo. De todas formas me siguen pareciendo mucho más cómodos los Sennheiser HD-25 SP2. Aparte tengo un teclado mudo M-Audio Axiom 49, el cual utilizaré algún día para un directo… o seguiremos utilizándolo en los afters de casa o fiestas de colegas absurdas y destructivas.


¿Cómo ves el panorama musical actual? ¿Qué cosas eliminarías y qué dejarías?

Centrándome en el panorama de la música electrónica underground, últimamente estoy descubriendo un montón de artistas nuevos y otros que no conocía, que están realizando unas producciones brutalmente exquisitas, con calidad en la composición y en la producción. Hay un montón de sellos independientes que están sacando referencias brutales y que añado a mi “wishlist” interminable.

Lo cierto es que no eliminaría nada de esta escena… y tampoco eliminaría las otras escenas que han llegado a niveles absurdos de perversión musical y carentes de respeto hacia el público que asiste a sus mega-eventos hipermediáticos, y en última instancia hacia ellos mismos. No eliminaría nada y tampoco dejaría nada como está. Hay que seguir buscando, evolucionando, investigando, descubriendo sonidos y sensaciones nuevas, patrones rítmicos diferentes que te transporten hacia otras paisajes mentales. Hay que seguir informando, promoviendo la cultura de club, la cultura de rave, las freeparties, dando más opciones musicales, enseñar a la gente que hay mucho más y mucho más interesante.


¿No crees que el problema no es tanto de la escena como de las legislaciones, precios, permisos, contrato social o público garrulo?

Por supuesto que hay una violación cultural por parte de ciertos gobiernos, una represión a causa del temor que genera un grupo de personas que piensa y siente de una forma diferente y que se escapa a su entendimiento y capacidad de control. Permisos, permisividad, limitadores, multas, miedo y asco.

La situación económica actual también influye mucho, ya que mucha gente se lo piensa dos veces antes de ir a un club y gastarse de 8 € a 15 € (a veces más, a veces menos), después gastarse bastante pasta en cubatas, birras y demás.

En cuanto al público garrulo es así porque se ha promovido que sea así. La culpa no es del público sino de la promoción de eventos garrulos que lo único que buscan es sacar toda la pasta posible y se la trufa si lo que están promoviendo es de nivel o no, les da igual, al final quiero vender todas las entradas que pueda, sacar lo máximo que sea posible en las barras y pagar lo mínimo a los DJs.


¿Crees que es mucha la gente cree que la electrónica es solo atrezzo musical para salir de fiesta y no el núcleo de toda una cultura y forma de entender la vida?

Por supuesto que hay mucha gente ajena a esta forma de vida que lo entiende y lo vive así. Pero bueno, también pienso que los programas que ven en televisión (por poner un ejemplo directo y generalizdo) son atrezzo vital para no pensar y dejar que la vida pase al más puro estilo borreguil.

¿Y la escena club en Valencia?

La verdad es que ha pasado varios años casi sin actividad. Han aguantado Mogambo, Miniclub, La3 y algunos más… Existen en la actualidad, a parte de las que he comentado, varias que están aguantando bastante bien y haciéndose con un público habitual como son el XL, Play, Nylon… Otras con una oferta dirente como el Jerusalem Club o el reciente Veracruz, con una apuesta muy fuerte de artistas internacionales y locales.

Por supuesto tengo que destacar las programaciones de Mogambo y MIniclub, dos de los clubs que pienso que más han apostado estos años por la electrónica de calidad y underground, lo cual no es nada fácil en la actualidad en una ciudad como Valencia. Gran trabajo el de Noemí Coronado en Mogambo y David Verdeguer en Miniclub.

Sólo me queda recordar a LeClub, en La Font… La gente que lo haya conocido sabrá cómo nos lo pasamos en esa época. Personalmente fue una etapa muy intensa para mí a nivel de club, descubriendo nuevos sonidos y encontrado por fin sitios en los que la oferta musical era increíble y de calidad, y el público y el ambiente era genial y cargado de emoción y buen rollo… Posteriormente el Flamingo y antes el Banana… los mejores afters en los que he podido disfrutar de una ambiente y un musicón increíbles.


¿Conoces a gente del ámbito musical que se haya ido de Valencia o del país en busca de trabajo a causa de la crisis?

Conozco a Fábel, pero más que por la crisis se fue por necesidad musical. Ahora está en Londres y está sacando referencias muy buenas. Menudas sesionacas se marcaba el colega, las recuerdo con gran admiración. Conozco al Mr. Duck, amiguete que vino de Valladolid y ahora está en Barcelona, un poco parado a nivel musical pero con un potencial increíble, las cositas que tiene hechas son de un gusto exquisito. También a un puto crack llamado Titín, ahora está en Alemania trabajando. No puede faltar mi antiguo compañero de piso y de mis mejores amigos Javier Framebeard, que se fue a la Baja California a trabajar, menudas sesionacas interminables nos hemos pegado en casa después de pinchar en Mogambo o en cualquier otro sitio. El Kronik estuvo por China también una larga temporada y seguramente mucha más gente que no conozco directametne.


¿En qué clubs sueles pinchar?

Suelo pinchar en Mogambo, un club al que tengo especial amor por todo lo que significa para la ciudad de Valencia y la cultura de club y de la música electrónica underground. Otro sitio donde pincho ocasionalmente es Miniclub, donde Hipnótica Colectiva está haciendo un trabajo increíble, promoviendo la cultura de club y la música electrónica de calidad. Y en el Killing Time, un garito con un encanto especial situado en pleno barrio de Ruzafa, donde siempre es un lujo pinchar por la gente que lo lleva y el público que hay.


¿Qué diferencias hay entre unos y otros?

Desde el tipo de público que va, el tipo de sala, el sonido, la decoración, la gente que lo lleva, la historia de su actividad, de los DJs que han pasado por sus cabinas… Cada club es un mundo y eso es lo que más me gusta.


¿Alguna anécdota que te gustaría compartir?

Tengo miles, pero de las más impactantes es probablemente el día de “Toni Cabinas”. En noviembre de 2013, cumpleaños de “El Primo”, locales de ensayo de Manises… a partir de las 08:00 hasta las 00:00, entrada libre… Nos despertamos pronto y fuimos a montar el sarao y la cabina. La gente empezó a llegar con muuuuuuchas ganas de bailar y pasárselo bien, de escuchar techno de calidad y sin limitadores (sonoros o morales). Todo transcurría perfectamente, sesiones de 2 horas para quedarse agustico, tanto el que pincha como el que lo baila… Me toca pinchar a mí... Todo normal, eran las 20:00h, la castaña que llevábamos ya todos era considerable… Termino mi sesión y se pone a pinchar DJ Titín… Todo seguía de puta madre, ya no había luz de día, la noche lo invadía todo y la confusión empezaba a hacerse presente. Titín intenta decirme algo desde la cabina y yo me aproximo un poco –no le entiendo-, me aproximo un poco más –sigo sin entenderle-, subo el pequeño escalón que había para acceder a la cabina y tropiezo perdiendo el equilibrio… No encuentro puntos de apoyo, una sensación de vértigo me invade cuando de repente apoyo una mano (y todo mi peso, que no es poco) en el tablero de la cabina sujetado por caballetes de pino de mírame y no me toques… pues bien, el caballete se rompió, el tablero cedió hacia ese punto, mi ordenata saltó por los aires (una vez más), los platos, la mesa y demás objetos que habían encima del tablero empezaron a deslizarse hacia el lado que tocaba suelo, la aguja se salío del sitio quedándose en el lateral del disco que seguía girando y haciendo un ruido infernal… … … … … … ¿Os podéis imaginar la movida que se montó en un momento? Jajajajajaja casi me muero del susto primero y de la risa compulsivamente nerviosa de después… En menos de 10 min ya teníamos la cabina montada otra vez, todo funcionaba correctamente y la gente del público no daban crédito, se quedaron con la boca abierta y los ojos fijados en la cabina como si nada de esto estuviera sucediendo… Se montó de nuevo y se continuó con la fiesta hasta el final.


¿Qué puedes contarnos de las noches de Killing Time? ¿Qué tipo de electrónica podemos encontrar ahí?

El Killing Time es un garito especial, un sitio donde cualquier tipo de propuesta tiene cabida. Kike y Ali son dos grandes personas con una visión y un sentido de la cultura musical especial. La tolerancia extrema y el respeto por los artistas y el público son dos de los valores que priman en el Killing. Puedes encontrar de todo cualquier día de la semana y me gustaría resaltar, mejor dicho exaltar, las Secret Show de los jueves. Nunca sabes el artista que va a pinchar ese día y menos aún el tipo de música que va a poner. Esta iniciativa me parece superior y muy interesante. Son sesiones de 4 horas donde el DJ que va puede poner lo que quiera. Son sesiones muy viscerales y personales donde puedes descubrir estilos musicales que nunca habías escuchado o que pensarías que esa persona no escuchaba. Los fines de semana suelen ser básicamente de música electrónica de calidad, pasando desde el deep más tranqui hasta el Acid techno más contundente pasando por el Electro, el Dark Techno, Techno, Hard Techno o cualquier estilo de música electrónica que pueda ser disfrutado un fin de semana en un sitio de primera hora. Además los precios que tienen son muy ajustados para que disfrutar de la buena música y de un ambiente estupendo no te supongan un gasto excesivo, lo cual hoy por hoy es de agradecer.

Por cierto dentro de poco, el 14 de noviembre, voy a montar la segunda edición de las fiestas Antimateria en el Killing Time, una noche cargada del Techno más experimental al Industrial más corrosivo, un espacio donde poder expresar todo el ruido que llevas acumulado y además hacerlo de tal manera que puedas disfrutarlo bailando hasta desfallecer. Siempre traemos a un artista invitado y un VJ, ponemos un láser y un par de focos de luz negra para transformar la sala para la ocasión, así que la experiencia es completa. Espero veros por allí disfrutando!!!


¿Es fácil montar en Valencia fiestas así?

No es nada fácil montar fiestas de este tipo y con esta filosofía. En general estos estilos musicales, cuentan con un público muy reducido y especializado. Lo que se pretende cambiar precisamente con todos estos eventos y fiestas es que cada vez haya más público que conozca estas alternativas musicales que exploran otras vertientes de la electrónica y que pueden ser muy interesantes a todos los niveles. Al final se trata de un estilo de vida diferente, con unos principios y valores también diferentes.

En este punto me gustaría resaltar el excelente trabajo que hacen muchos colectivos valencianos como son APA, Musitek, Komakino, No6tem, Nyas Coca, Neurologik y alguno más que me dejo por ahí… por proponer fiestas gratuitas donde poder escuchar sesiones que de otra manera sería imposible. Por enseñarnos un estilo de vida diferente donde la música, la electrónica, la tecnología y las personas disfrutan de la libertad de expresión y el respeto total hacia cualquier tipo de estilo musical y vital.

¿Y el Electropop? ¿Prefieres pinchar en festivales o en clubs?

Prefiero pinchar. La verdad es que era la primera vez que pinchaba en un festival y en un escenario tan grande. La experiencia, por supuesto, fue brutal y he de agradecer la oportunidad y el apoyo que me brindaron desde la organización del mismo. Subirte a un escenario tan grande con una millonada de vatios es una experiencia más grande todavía. El problema es que se me quedó la sesión muy corta, una hora justita… Hubiera estado pinchando hasta el día siguiente y sin que se me quitara la sonrisa de la cara.

Pinchar en clubs también me encanta, porque además me considero un clubber y siempre que tengo oportunidad voy a un club a disfrutar de las sesiones de los DJs, ya sean locales, nacionales o internacionales.

Sin embargo, como dice Joan, no hay nada que sustituya o supere la experiencia de pinchar en una Rave para un público totalmente entregado y tan cerca de la gente, es un contacto directo sin ningún tipo de barrera u obstáculo que dificulte la comunicación… Y tiene toda la razón.


¿Cómo es tu relación con las modas musicales?

Cualquier tipo de moda o tendencia musical es digna de ser explorada y estudiada. Me encanta estar al día de cualquier tipo sonido nuevo o diferente. Siempre es bueno escuchar y relacionar. Estudio al artista y las referencias que esté sacando. Estudio el movimiento y sus posibilidades, después me quedo con lo que me interesa o me hace sentir para poder compartirlo con la gente en mi próxima sesión. Algunas modas vienen para quedarse y otras se extinguen después de una explotación masiva por parte de la industria.


¿Qué piensas del techno como forma de escapar al “sonido” imperante, a la sobreabundancia de música comercial?

Para mí el techno es mucho más que una forma de escapar a ese sonido que comentas. El Techno es un estilo de vida, es sentir la cultura de una forma alternativa, diferente y provocativa. El Techno te hace sentir y pensar de una forma diferente, hace que te cuestiones la cotidianeidad y provoques reacciones positivas en las personas que lo escuchan, que se cuestionen su posición en el sistema actualmente aceptado por la mayoría y que busquen caminos y sensaciones alternativas que les hagan pensar de un modo distinto y por sí mismos. Es tomar consciencia de lo que sucede a tu alrededor y actuar en consecuencia.


¿Cuál ha sido tu fiesta más mítica?

Uhff. Esta pregunta es muy difícil de contestar ya que he tenido miles de fiestas míticas. Cada una es diferente y en cada una pasan cosas distintas. Para mí la fiesta más mítica es aquella en la vuelves a casa con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo especial en los ojos. Llegas a casa te acuestas y repasas mentalmente lo bien que te lo has pasado estando cerca de la gente que quieres y con la que compartes los mismo gustos musicales y sintiendo de nuevo las sensaciones que has experimentado junto con toda la gente durante las sesionacas que hayas escuchado y que te hayan sorprendido a lo largo de toda la noche, o todo el día.


¿No crees que está siendo excesiva la tendencia retro en la música?

Siempre ha habido una tendencia hacia lo retro, aunque últimamente haya un exceso. Hay dos vertientes en esta tendencia:

  1. La primera que es la que busca explotarla sin complicarse demasiado, copian patrones y sonidos y lo juntan de una manera muy parecida pero ligeramente actualizada.

  2. La segunda es la que busca explorar los sonidos retro, estudia los patrones pasados y la forma de poder innovar teniendo como base lo “retro” pero sin calcar sus estructuras musicales, esto pasa cuando un tema te sorprende sobremanera y tiene ese tufillo retro, pero lo sigues esuchando y piensas jooooooder como se sale este puto tema que acaba de salir.


¿Quiénes alimentan esta manía por lo retro? ¿La industria, los promotores de shows o la audiencia misma que no quiere apostar a nada nuevo?

Sobre todo la industria, que busca obtener beneficios máximos haciendo que la gente no piense demasiado, que consuma lo que se ofrece sin cuestionarse nada porque en el momento en el que lo hacen necesitan seguir buscando y encontrando respuestas a esas cuestiones que se plantean, y esto no es interesante para la industria que genera este tipo de negocio tan rentable.


¿No hay demasiado Shazam actualmente? ¿Se ha vuelto la gente más impaciente?

La gente no se ha vuelto impaciente, se ha vuelto vaga. Hay una apatía generalizada, por lo que sea que lo provoque, y sólo de pensar en el mínimo esfuerzo que les pueda costar esto o aquello se cansan. La gente no va más allá de lo que ve o les ofrecen. Muchas veces que durante una sesión he escuchado algún tema que me ha hecho saltar con todas mis fuerzas o que me ha puesto los pelos de punta, voy al DJ (por supuesto, después de que haya terminado de pinchar) y le pregunto por ese tema. Después en casa te pones a explorar y a descubrir y en ese camino encuentras un montón de cosas interesantes a parte de lo que has buscado.

El Shazam es una herramienta para atajar esta acción, lo que pasa es que seguramente si lo utilizas en cualquier sesión de techno la mitad de los temas no los reconocerá y ahí reside lo bonito de las diferentes sesiones de los diferentes DJs. La verdad no sé esa impaciencia a qué es debida realmente, a no ser que sea, como comentaba al principio de esta pregunta, por la pereza que puede provocar ponerse a investigar.


¿Has viajado frecuentemente por trabajo?

Precisamente estoy terminando de escribir la entrevista (por fin jajaja) en el tren de vuelta de Madrid. Me fui el viernes a pinchar en un garito que se llama The Time Garden porque unas amigas mías, Efealcubo (Rosa Pacheco aka Phosky, y Brenda Boyer aka La Boucherie) montaban una fiestecita allí. Por cierto aprovecho la ocasión para deciros que son unas cracks y que cuando pinchan se te va la olla de las mezclas armónicas que hacen y de la selección musical que tienen. En cuanto pueda las traemos a Valencia para que podáis disfrutar de su calidad y calidez musical y personal.


¿Consigues encontrar tiempo para leer o ver cine con tanto trabajo a diario?

Sinceramente últimamente lo que leo son millones de artículos de ciencia y tecnología, de diseño, de tendencias… Poco tiempo me queda para la lectura pasional, aunque últimamente he podido disfrutar de los dos últimos libros que ha sacado mi coleguita David Moreno, El amor de los peces (un libro de poesía visceral y muy personal) y Tacto de texto (un ejercicio estético de poesía experimental). Ir al cine… el otro día fui a los Babel a ver Boyhood. Hacía un año que no iba más o menos. Y lo que si que intento es ver bastantes pelis en casa, por la noche para poder frenar un poco el cerebro. Tengo demasiados estímulos diarios.


A nivel personal, ¿en qué proyectos trabajas ahora?

Recientemente hemos presentado NocionesUnidas, el nuevo estudio en el que trabajo junto con Boke Bazán, José Gimeno y un gran grupo de profesionales independientes de diferentes ámbitos y disciplinas. Os pego el texto que tenemos en la web, que pienso que resume perfectametne la filosofía de la agencia:

NocionesUnidas desarrolla proyectos creativos para empresas e instituciones que confían en la cultura del proyecto como herramienta imprescindible en los procesos de intercambio actuales.

Ideas generadas de manera transversal desde la óptica del mensaje y la forma, del concepto y la estética, como maridaje perfecto para el posicionamiento estratégico y el eje comunicacional contemporáneo.

Esta unión de conocimientos y personas en equipos multidisciplinares implica coherencia y equilibrio entre estrategia, creatividad, medios, inversión y resultados.

Esta es mi otra pasión, el diseño y la comunicación. Aparte que es lo que me permite vivir y seguir gastándome todo el dinero en discos y tracks para que podáis reventaros a bailar cada vez que entro a la cabina.

Muchas gracias por darme la oportunidad de esta entrevista y creer en una cultura y en un estilo de vida diferente.


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